¿Existe el sillín de bicicleta perfecto ?

Es una pregunta retórica. No existe un sillín perfecto.
Como casi en todo, hay sillines que se adaptan más o menos a nuestras circunstancias de un momento en concreto de nuestra vida. La edad, el kilometraje semanal, la postura en la bicicleta o nuestro peso influyen bastante en que sillín es el mejor o el más adecuado para nosotros en ese momento. A menudo no es difícil toparnos con lesiones provocadas en mayor o menor medida por el sillín, desde una rozadura que se soluciona con una simple crema, hasta lesiones más importantes

En el ciclismo se debe prestar especial atención a dos aspectos clínico patológicos que pueden generar trastornos de la esfera sexual y/o miccional. En el caso de un ciclista que realiza entrenamientos muy intensos, puede presentar sensibilidad reducida, entumecimiento a nivel genital y en ocasiones impotencia sexual transitoria; esto se debe a una irritación de los nervios del pene que se comprimen entre el sillín y los huesos pélvicos por un suministro vascular reducido secundario debido a la compresión del perineo y, por lo tanto, a la oxigenación reducida de los cuerpos cavernosos. El traumatismo continuo del sillín sobre las estructuras óseas de la pelvis puede provocar una compresión del nervio pudendo, que discurre por un canal denominado canal de Alcok.

El otro aspecto a tener en cuenta, especialmente en el caso de ciclistas mayores de 50 años con alteraciones urinarias por hipertrofia prostática, es el riesgo de un empeoramiento de los síntomas con un flujo urinario hipoválido, o la aparición de una prostatitis que provoca acidez al orinar.
Algunos estudios han comparado varios tipos de sillines confirmando que el menor daño lo daría un sillín bien acolchado con una amplia anchura de la superficie de apoyo y con un soporte adecuado de los huesos pélvicos, para evitar la compresión de los nervios y arterias de el perineo

Si tenemos en cuenta a un ciclista que hace más de 40-50 km en bicicleta de carretera y por lo tanto no a un ciclista de ciudad, es bueno evaluar aquellos modelos que tienen un espacio hueco en su interior y no comprimen el perineo, no alteran la función de la próstata que queda más libre y menos congestionada; mientras que para reducir la compresión de los nervios cavernosos, que se ven afectados en la fase de erección, se recomiendan modelos con la punta acortada y apuntando hacia abajo, tratando de mantener la longitud mínima necesaria para el control direccional de la bicicleta.

Para optimizar la posición en el sillín, es útil medir la distancia entre las tuberosidades isquiáticas para obtener un punto de apoyo correcto para los huesos de la pelvis. Esta medida varía de sujeto a sujeto, entre hombre y mujer.
La forma y el ancho correctos del sillín se utilizan para garantizar que los huesos soporten el peso de nuestro cuerpo y que no haya aplastamiento de los tejidos blandos o este sea mínimo

En las mujeres el uso intensivo de la bicicleta asociado a un sillín que no respeta la anatomía de la deportista puede provocar vaginitis y cistitis. Los estudios científicos y la literatura han demostrado que en la investigación para la prevención de enfermedades nerviosas y vasculares relacionadas con el ciclismo, se debe profundizar la sinergia entre diferentes tipos de badana y diferentes diseños de sillines de mujer, para optimizar la distribución de la presión en el perineo aumentando el nivel de comodidad.

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